Pequeños consejos para niños felices

domingo, 6 de noviembre de 2016

¿CUÁNDO ACUDIR AL PSICÓLOGO?

Esta es una pregunta que muchos padres se hacen de manera repetida. “Hay algo que me preocupa, no se si es normal que tenga tantas rabietas, bueno, esperaremos un poco a ver si se le pasa”. “Parece que no escucha cuando le hablo y en clase me dicen que le cuesta centrar la atención, seguramente es vago”

Para empezar, y lo más importante, es normal tener dudas a la hora de dar el paso. Por suerte, cada vez son más las personas que aceptan esta disciplina en el campo de la salud, por lo que nos puede facilitar la decisión, “mi vecina también lleva a su hijo y me ha dado su número para que lo probemos”.

Antes de aclarar cómo podemos detectar si es necesario que nuestro hijo asista al psicólogo, es importante conocer que tipo de situaciones pueden tratarse en una consulta de psicología infantil. Todos los temas relacionados con la infancia que se te ocurran pueden tratarse en sesión, aunque tan solo sea para aclarar algunas dudas o derivar al especialista pertinente.

Algo que se cada vez se conoce más, es que se tratan temas de los más cotidianos, con pequeñas pautas, recomendaciones o simplemente provocando un cambio de perspectiva.
Algunos de los temas más comunes son:
  1.  Las famosas “rabietas” en los más pequeños.
  2.  Problemas de comportamiento.
  3.  Problemas de socialización.
  4.  Dificultades de atención.
  5. Trabajo con las emociones, tanto des del punto de vista de exteriorizarlas como enseñando autocontrol.
  6. Estimulación en general.
En los adolescentes, los motivos de consulta suelen ser varios, el típico comportamiento de un adolescente sumado al pasotismo ante los estudios. Hecho que se trabaja potenciando la motivación, dando hábitos y técnicas de estudio.
Por otra parte, es muy habitual, como ya se ha comentado con anterioridad, que las consultas sean para aclararos algunas dudas, a vosotros como padres, o simplemente para trabajar las habilidades parentales.

No se si estoy haciendo esto de la mejor manera”
“Estoy embarazada y no se como debo contárselo a Pablo para evitar los celos y que no se sienta desplazado”
“¿Debo ayudarlo cuando me necesita o dejo que se enfrente solo?”
“Me dice que no va al cole contento, ¿debería ir a hablar con la tutora?”

Si lo analizamos bien, en algún momento nuestro hijo/a ha pasado o está pasando por alguna de estas situaciones, o nosotros mismos somos los que tenemos preguntas sin resolver.
¿Ello quiere decir que cuando nos encontramos ante una de estas situaciones tenemos que acudir inmediatamente a una consulta de psicología?
Por supuesto que NO. Muchas de vuestras habilidades como padres serán más que suficientes para dar solución a la situación que tengáis delante.

Así que, ¿cómo puedo saber si necesito acudir al psicólogo?
  1. Mi primer consejo, y probablemente es el más importante, es que escuchéis vuestro instinto como padres, ya que sois los que mejor conocéis a vuestro/a hijo/a y los que sabéis donde están vuestros límites como padres.
  2. Elimina el tabú de ir al psicólogo. Si reconoces al psicólogo como un especialista al que le puedes consultar para así poderte guiar, te será más fácil decidir.
  3.  Consulta a amigos que conozcas que han acudido a una consulta de psicología y preguntadles por su experiencia. Pero es importante que no te guíes por una sola opinión, recaba varias informaciones.
  4. El colegio es una gran fuente de información, donde vuestro/a hijo/a pasa la mayor parte del tiempo, con profesionales especializados y acostumbrados a tratar todo tipo de situaciones. Escucha sus recomendaciones.
  5. Ante cualquier duda, siempre es mejor acudir y comprobar que no era necesario. Si realmente no hace falta que acudáis a la consulta, no te preocupes, tanto el psicólogo/a como vosotros mismos os daréis cuenta, por lo que probablemente solo hará falta acudir algunas pocas sesiones. Recuerda que es mejor pecar por exceso que por defecto.
Debes tomarte tu tiempo para decidir, no fuerces la situación si todavía no te consideras preparado/a para pedir una cita. Lo más importante, es que cuando acudas sea por voluntad propia y con convencimiento, no solo porque en el colegio o mis amigas me lo han recomendado.
Por otra parte, si consideras que tu hijo/a todavía es muy pequeño o simplemente no quieres que sea él quien asista, mi consejo es que pidas una terapia indirecta, en la que sois los padres quienes acudís. Cabe decir que a pesar de que estéis convencidos de que es necesario pedir cita, mi consejo es que si el niño es menor de ocho años o la consulta es por problemas de conducta, también realices este tipo de terapia.

Si a pesar de seguir todas estas recomendaciones no tienes claro lo que debes hacer, recuerda que puedes pedir consejo online a través del siguiente correo electrónico o dejando un comentario más abajo. Su finalidad es orientarte y resolver tus dudas.


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